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Es un informe que como técnicos competentes en el mundo de la topografía generamos y determina si la parcela que se está escriturando concuerda en la actualidad con la información catastral. En el caso de concordar, el resultado del informe será directamente positivo, pero en el caso de que la información catastral actual no sea la correcta, este informe será negativo, y por lo tanto el catastro deberá actualizar la información de que dispone con el GML que el registrador le facilita.

Hay que tener en cuenta que, en ningún caso, un informe negativo puede parar el registro de una propiedad, dado que justamente este trámite se hace para que el catastro se actualice paralelamente con la nueva escritura.