Georeferenciaciones, GML y validaciones
Desde el año 2015, tenemos una ley que obliga a cualquier nueva escritura de una propiedad a adjuntar un plano georeferenciado de la parcela o finca y de las construcciones existentes, ya sean de nueva construcción o preexistentes. Un plano georeferenciado es un plano el cual detalla las coordenadas UTM ETRS89 de cada uno de los vértices de la finca y de las edificaciones existentes. Las coordenadas UTM ETRS89 (Sistema de Referencia Terrestre Europeo 1989) es un sistema de referencia geodésico ligado a la parte estable de la placa continental europea. Actualmente, este sistema se usa en toda Europa como sistema de coordenadas, en el cual trabajan todos los organismos oficiales y con el que trabajamos los técnicos del mundo de la topografía. Junto con el plano georeferenciado, se tiene que entregar al registro de la propiedad los polígonos de la finca y de las construcciones en formato *.GML, formato que solo se utiliza en la Sede del Catastro y que permitirá actualizar la información para que se adapte a la realidad. A la vez, hace falta confeccionar un informe de validación, que puede ser positivo o negativo, dependiendo de si la información actual del catastro ya es correcta o no se adapta a la realidad. En el caso de que el catastro esté correcto el informe será positivo, pero en el caso de que el catastro no se adapte a la realidad física de la finca, será negativo. El proceso para registrar una finca no se para con un informe de validación negativo, pero si deja constancia de que el catastro no es correcto y será el registrador quien enviará la documentación a su catastro para que ésta sea actualizada. Todas estas gestiones son posibles dado que estos trabajos van firmadas por un técnico competente, que ha realizado previamente unos trabajos de topografía para garantizar que la información sobre la que gira la escritura y el catastro se adapta a la realidad.